jueves, 22 de octubre de 2009

Remembranza

Para todas las que estamos en el grupo del Colegio del Rosario, la muerte de Marisol Beltrán supuso una triste noticia, habiéndola conocido o no, recordándola mucho o poco.


Es triste por el hecho mismo de la muerte de quien deja atrás seres queridos, pero además porque lo lleva a uno a reflexionar sobre ¿Qué es realmente vivir? ¿Es sólo trasegar por el tiempo y dejar cosas en el pasado?.


Y es que uno no siente en realidad pasar el tiempo, así el espejo le devuelva una imágen diferente cada año ¡Pero pasa! y atrás quedan recuerdos de momentos trascendentales o poco importantes pero que están ahí. Eso sucede con la época del colegio; claramente recuerdo a Marisol en la actividad de la despedida de 11º o cuando compartimos aula en 7º y 8º, así como recuerdo a mis otras compañeras y amigas que en el bachillerato son como hermanas y con el tiempo se desdibujan. Y es que al revisar en FACEBOOK las fotos y los nombres ¡Me asalta tanta nostalgia! y emoción por cosas que en su momento fueron fastidiosas o tontas o triviales.


De pronto el recuerdo de un maestro se vuelve poderoso; el texto de una oración religiosa que aburría recitar ("nuestra señora del Rosario, en el silencio de este día vengo a pedirte..."), hoy hace llorar.


Hoy, cuando la sombra de la muerte ha atravesado nuestra generación, es importante analizar que la vida son pequeñas cosas que se encadenan y tejen la trama de lo que en definitiva es nuestra historia personal. El día que terminemos de tejer el tapiz, ojalá quede allí sobre todo el recuerdo de las personas, no cosas, o títulos o propiedades, sino de personas con las que compartimos y dejaron huella.


Es importante mantener los lazos. Los amigos viejos y nuevos son un baluarte de la vida. Y por supuesto la familia. No debería haber nada más importante que eso.


miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Qué tanto debemos creer en un rumor?


En las coordinaciones todos los días se atienden conflictos entre los estudiantes. Qué fulano dijo, que Sutano trató mal a mi mamá, que esto, que lo otro. Después de la verificación de los hechos y de cruzar versiones, se llega a la conclusión que la causa del problema, en la mayoría de los casos, son acotaciones sin fundamento, lo que habitualmente se conoce como chismes o rumores.

El rumor es un comentario en el que predomina la inexactitud de la información, así como el general anonimato de las fuentes toda vez que se distorsiona al ir de boca en boca. Se basa en la especulación y afecta sobre todo la vida social de las personas pues otras informaciones requieren la verificación que se debe dar frente a hechos que se pueden comprobar.

Pertenece a las formas de comunicación oral, en las cuales la rigurosidad de lo expresado tanto, a nivel del contenido como de la forma, depende del nivel cultural y del contexto. De acuerdo con esto las comunidades son el campo fértil en donde los rumores se difunden y generan situaciones conflictivas entre los miembros que las componen. En el Rodrigo de Triana, por ejemplo, existen personas que gozan diseminando toda clase de informaciones con el fin de mortificar a los demás, acabar con la reputación de los otros o en el peor de los casos, lograr que individuos desprevenidos se enfrenten, para gozo de los demás.

El rumor se caracteriza por dispersarse entre la comunidad, por ser aceptado como una “verdad” pese a que no se conocen claramente sus orígenes y a que goza de gran popularidad debido no sólo a su riqueza emotiva, sino a la facilidad de trasmisión. Ahora bien existe el rumor con intenciones políticas y comerciales que se utiliza con fines publicitarios, para generar expectativa frente a un tema o producto, pero también en que se utiliza para vender, por ejemplo, periódicos o revistas y en el que los protagonistas son personajes de la vida pública tales como actores o políticos. En la televisión existen programas famosos como Sweet o El lavadero en donde la actividad es esa, difundir rumores sobre los demás.

Las consecuencias que pueden derivarse de los rumores son en general, la ruptura de relaciones entre las personas, la desesperanza por no haber visto materializado lo que se insinuaba en un rumor (un aumento de sueldo, por ejemplo); o la desgracia moral para la víctima de un comentario malintencionado, amen de las agresiones físicas que se ven por ahí entre estudiantes y que terminan en ocasiones con caución penal de por medio. Modernamente la INTERNET, ha logrado que los rumores lleguen a nuevos niveles como en el caso de FACEBOOK, en donde en los muros se puede publicar cualquier cosa y se puede subir toda clase de videos incrimina torios en los cuales el que “esté mal parqueado” puede terminar involucrado en toda clase de problemas familiares y personales. En Japón a quienes realizan estas prácticas, los llaman “buscadores de carne humana”, pues a través de la red consiguen la sanción moral para sus víctimas (aunque en muchos casos los sancionados se la merecen).

Existen formas de comunicación oral más asertivas como el discurso, la conversación y el debate, donde es posible expresar puntos de vista, los temores inquietudes y molestias, asumiendo la autoría de las palabras proferidas y evitando que la transmisión de la información “sin ton ni son”, afecten a las personas. No en vano el aforismo reza, que uno es amo de lo que calla y esclavo de lo que dice. De igual manera es importante no creer en todo lo que se nos dice, pues la distorsión de la información es un hecho grave que casi siempre termina afectando de una u otra manera.

viernes, 2 de octubre de 2009

9/11


El 11 de septiembre del 2001, será recordado como la fecha en que el imperio tembló; el día en que un país aparentemente invencible, sufrió en su propio territorio, el ataque de un grupo extremista. Digo en su propio territorio, porque desde la guerra de secesión, los "gringos" no sabían lo que era ver caer sus hombres en su propio terruño, a excepción del ataque a Pearl Harbor que era la base ubicada en Hawai; de resto Hiroshima, Vietnam, El Golfo Pérsico, Irán, Irak, han recibido los ataques de la fuerza militar estadounidense que no sólo cobra vidas, sino también hace un fuerte daño a la economía del país en conflicto.
Recuerdo que trabajaba en un colegio al norte de la ciudad, una institución que curiosamente había hecho del american dream (sueño americano), su ideal de vida y sobre todo del hecho de hablar en inglés, una realización personal. Como dije trabajaba allí y cuando salí de clase, todo el mundo estaba comentando que Nueva York estaba destrozada. Como las informaciones no eran claras, pensé en una catástrofe de origen natural, pero ya más tarde me enteré a través del noticiero que había sido un atentado terrorista.
Es escalofriante recordar el edificio en llamas y el impacto del segundo avión contra las torres, así como ver que las personas en su angustia, preferían lanzarse al vacío antes de morir calcinadas. También piensa uno en los que iban en los aviones, pero sobre todo en los que los estrellaron. ¿Qué profunda convicción los llevó a realizar un acto de esta naturaleza? Muchos los tildan de asesinos, seguramente con razón, pero aunque hubo mucho de cálculo en el hecho (la planeación llevó meses, incluso de formación personal) es innegable que los movía una fuerza más grande que su vida misma, pues ellos también resultaron inmolados. Lástima que con todo el extremismo que hay en los países árabes, el mundo occidental referencie mal la religión de Mahoma.
Otra cuestión impactante fue ver la alegría del pueblo palestino frente a tamaña tragedia (cientos de ellos salieron a las calles a celebrar el hecho), lo que demuestra que los oprimidos se alegran del daño que se causa a los poderosos cuando éstos aplican políticas injustas. Basta recordar que EEUU ha sido socio estratégico de los judios en la ocupación de Palestina, no sólo cuando después de la segunda guerra mundial les quitaron un enorme pedazo de tierra para crear el Estado de Israel, sino en los continuos enfrentamientos en la franja de Gaza.
Bien dicen que el 11 de septiembre de 2001, más conocido por todos como 9/11, partió la historia del mundo en dos, pienso sobre todo por demostrar que todos tenemos debilidades y somos suceptibles de sufrir por el daño causado.
Isabel Vargas